jueves, 5 de febrero de 2009
Iphigenia
- Proyecto galardonado con un Accésit del Premio Jovellanos 2008, por parte del Teatro Jovellanos de Gijón.
- Proyecto subvencionado por la Consejería de Cultura del Principado.
- Proyecto subvencionado por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón.
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“El teatro es el cobijo de todas las artes…” (Gaspar Melchor de Jovellanos)
Los temas del teatro clásico son eternos y atemporales; las versiones de la obra “Iphigenia” de Eurípides o la de Racine-Jovellanos que se presenta nos hablan del eterno tema de la justicia humana y la divina, el hombre y el destino, y su comportamiento ante los conflictos vitales. El destino, la religión, la necesidad de héroes, el hombre ante la sociedad… Sólo cambia su forma.
Jovellanos, admirador del teatro francés de la época, y contrario a las formas y excesos del teatro del Siglo de Oro, en su “Memoria para arreglo de la policía de espectáculos públicos”, expone su manera de pensar sobre el teatro de la época, y reivindica, como buen ilustrado, su función cultural y pedagógica. “Iphigenia”, y el teatro de Racine, serían pues, el modelo a seguir.
El texto de “Iphigenia”, traducido por Jovellanos en 1769, fue descubierto el pasado año 2007 en el Monasterio San Millán de Yuso (La Rioja).
La obra
Estrenada el 18 de agosto de 1674, Iphigenia marca el regreso de Racine a temas mitológicos tras una serie de temas históricos. En las costas de Áulide, los Griegos se preparan para atacar Troya. Pero los dioses retienen los vientos necesarios para que la expedición pueda salir y exigen el sacrificio de Iphigenia, hija del jefe de los Griegos, Agamenón.
El teatro de Racine muestra la pasión como una fuerza fatal que destruye al que la posee. Presenta una acción simple, clara, en la que las peripecias nacen de las propias pasiones de los personajes. La palabra es lo importante, (al igual que lo que postulaba Gluck para su reforma de la ópera).
Argumento
En las costas de Áulide, los Griegos se preparan para atacar Troya. Pero los dioses retienen los vientos necesarios para que la expedición pueda salir y exigen el sacrificio de Iphigenia, hija del jefe de los Griegos, Agamenón.
Como ya sucedía en la obra de Eurípides Iphigenia en Aulide, el personaje más sólido moralmente no es Agamenón, jefe pusilánime, sino Iphigenia, que lleva el respeto filial y el patriotismo hasta el extremo de aceptar la muerte.
Ante el dilema de si “hay que sacrificar a Iphigenia o no”, Racine aporta una solución dialéctica diferente a la que da Eurípides; la aparición del personaje de Eriphile, ajena al clan familiar de Agamenón, Clitemnestra e Iphigenia, que al final es la sacrificada, con lo cual se admite el crimen sin asumir sus consecuencias.
La idea
El montaje, en global, tiene en cuenta el estilo, clasicista, y el origen del drama, la tragedia de Eurípides.
La escena presenta las ruinas de un templo en Áulide, cuyos habitantes necesitan invadir Troya, como representación del mundo humano, sometido al dictamen de los dioses, representado por el friso o el tejado del oráculo colocado encima del templo, como una losa. El horizonte abierto, la mar en calma, el aire quieto, la tensión.
Los personajes, dentro del teatro de Racine, son prácticamente “estatuas parlantes”, desde los que la palabra aflora como protagonista para expresar sentimientos. Por otro lado los personajes son realidades independientes, la incomunicación reina entre ellos. Cada uno está en su mundo particular.
El trabajo con los actores
Para que la obra “Iphigenia” sea más cercana a los espectadores de hoy en día es preciso trabajar especialmente en la puesta en escena la composición visual y corporal, siempre dentro de una perspectiva clasicista que no distorsione el sentido ni el estilo de la obra original.
Se necesita un reparto muy solvente, con actores capaces de defender estos caracteres prácticamente sólo con la emoción. La interpretación es sobria y contenida, dentro de lo posible, con atención a la plasticidad y limpieza en los movimientos de los intérpretes, tendiendo al teatro-danza, al minimalismo. La construcción física del personaje, en una línea no realista, muy estilizada.
Para la creación de los personajes, sus posiciones y composiciones corporales, hemos planteado un trabajo desde el exterior del propio actor; y para mantener una perspectiva clasicista, nos hemos basado en un banco de alrededor de 600 imágenes referidas, en principio, a la iconografía griega sobre el mito de Iphigenia; más tarde fue ampliada a toda la obra escultórica de la Grecia clásica y también a la obra pictórica del S.XVIII francés.
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FICHA TÉCNICA:
Iphigenia: Sheila Montes
Agamenón: Manuel Álvarez
Aquiles: Fernando de Luxán
Clitemnestra: Verónica Gutiérrez
Eriphile: Mayra Fernández
Ulises: Fernando Marrot “Win”
Arcas: Ruben Alonso “Vene”
Doris: Arantxa Fernández
Espacio Sonoro: Antón Caamaño
Vestuario: Azucena Bedia
Idea Escenografía Antón Caamaño
Realización escenografía Taller Bandua
Diseño gráfico: Gloria Caamaño / Ruma Barbero
Dirección:
ANTÓN CAAMAÑO
Ayudantía de dirección:
INMA RODRÍGUEZ
Producción, Gestión y Distribución:
PRODUCCIONES NUN TRIS, S.L.
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Línea estética
Se trata de un texto del Siglo de Oro francés, donde Racine buscaba crear una nueva tragedia. Lo que creó es el llamado drama trágico, ya que al ser los caracteres de los personajes más humanos, y al haber conflictos entre ellos, la tragedia clásica ya no tiene lugar, si bien él busca una justificación en la motivación religiosa.
La línea del espectáculo será pues clásica, tendente a la tragedia y al rito; el texto en sí podríamos decir que constituye un ritual de sacrificio.
Tendremos en cuenta los criterios que el autor y Jovellanos mantenían sobre lo que debía ser su idea de teatro; no quiere decir esto que pretendamos hacer una reconstrucción arqueológica de la obra, ya que esto supondría hacer prácticamente una obra de teatro radiado, dada la importancia que se le daba la palabra.
Proponemos mantener la forma poética de la palabra y dotar al espectáculo de la forma visual y estética, así como de los medios técnicos necesarios para llegar al espectador de hoy.
¿Por qué Iphigenia hoy?
Por un lado, por conocer algo más de la persona de Jovellanos, en su faceta dramatúrgica; por otro, porque se trata de un texto que no tenemos noticias de que se haya representado nunca, y por otro porque el tratamiento artístico del texto ofrece la oportunidad de arriesgar en su puesta en escena.
Creemos también que es una buena oportunidad para poner en escena a uno de nuestros clásicos, contando que Jovellanos es uno de nuestros referentes en ese sentido.ESTRENO DE LA OBRA, 5 FEBRERO DE 2009, EN TEATRO JOVELLANOS (GIJÓN)CONTACTO:PRODUCCIONES NUN TRIS S.L.
ANTIGUO CINE PINZALES, S/N, 33392
LA REBOLLADA-PINZALES (GIJÓN)
TLF: 985 168 481 – 619 724 727 – 636 082 453
E-MAIL: pnuntris@netcom.es
WEB: http://www.nuntristeatro.com/
FOTOGRAFÍAS DEL ESTRENO:
Etiquetas: producciones nun tris teatro iphigenia jean racine jovellanos mito griego eurípides gijón asturias
Escrito por Producciones Nun Tris S.L. a las 12:35
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